¡Gracias Machismo!

Escrito por: Rafaella Vasquez

¡Gracias Machismo! Sí, gracias.

Gracias por tu incómoda forma de vernos inferiores, por tildarnos de "sexo débil".

Gracias por tantos años de humillación y martirio, por condenarnos a la sumisión por siglos, por querer verte mejor que nosotras, por destrozarnos, por quitarnos derechos, por hacernos sentir mal por ser como éramos; por enseñarnos que nuestro cuerpo solo servía para parir y para que nos introduzcas todo tu "ser".

Sí ¡Gracias!

Gracias porque esa maquiavélica forma de enfocarnos, de señalarnos, de oprimirnos, hizo que, con los años, nos hartáramos, nos rebeláramos, nos conozcamos y sobre todo nos unamos.

Sí ¡Gracias!

Porque hoy somos miles, millones, las que alzamos nuestra voz, las que se cuidan unas a otras, las que se apoyan y luchan, las que ya no se dejan humillar, las que de una u otra forma se mueven conmovidas por el dolor de otras. Sí nos costó muchísimo entenderlo, miles y miles de nosotras muertas por tus manos, por tus celos, por tu absoluta sed de superioridad, todas ellas al unisono viviendo en nuestras voces que exigen justicia, que salen y marchan, que se atreven, que te acorralan, ¡sí! te acorralan. Hoy tienes miedo machismo, se nota.

Te asusta todo el poder que estamos mostrando, te aterra vernos agrupadas, te causa pánico ver como a diario crecemos, desde la más pequeña hasta la más adulta.

¿Y tú nos decías sexo débil? Que de débil puede haber en un ser que aloja en su vientre a otro, en aquella que alumbra de un solo grito, en aquella que alumbra el grito cuando lucha, en aquella que lucha por sus sueños, en aquella que sueña y crea, o, en esa otra que habiendo vivido violencia despierta un día para seguir viviendo de forma aún más bella. ¿Lo ves? Te vamos ganando, y te agradecemos, porque sin tu opresión de siglos, tu ensañamiento, tu barbarie, tu odio, hoy no estaríamos aquí. Sin darte cuenta nos has dado la mejor de las lecciones, nos has enseñado a amarnos, a luchar, a no dejarnos vencer, a unirnos, aceptándonos como somos, respetando nuestra decisiones, algunas querrán ser madre ¡otras no! y tú, estimado machismo, ya no nos puedes obligar, ya no te debemos obediencia ni sumisión, hoy somos nosotras quienes elegimos y hacemos la mejor elección : SER LIBRES.